Andres Habegger , durante la pandemia decidió poner en juego la imagen, la memoria, el paso del tiempo, y combinarlas sin voz en off, pero con frases contundentes, sus razonamientos y deseos, las presencias y las ausencias forzosas. El realizador escribe lo que piensa. Por ejemplo que “el cines quizás sea el único territorio donde lo que se pierde, vuelve”. Y también se interroga “¿Cuánto pasado cargan nuestro ojos?”. Un ejercicio que le sirve para afirma “Filmar para que las cosas ocurran”. El director consigue que cada pensamiento se redondee en el espectador, mientras el usa el testimonio de sus hijos, las filmaciones caseras, el juego de texturas, los soportes en súper 8, fotos digitales, el color y el blanco y negro.
CASI TODO SUCEDE EN SUEÑOS
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