Con el gran atractivo de reunir como hermanos a Asa Butterfield, la estrella de “Sex education”, el niño inolvidable de “La invención de Hugo Cabret” de Scorsese, con Natalia Dyer estrella de “Stranger Things”, en un film de terror ya tiene atractivo para los fans de estos jóvenes actores. Pero si a eso se le suma una historia de terror, posesión, ambientada en Salem con todas esas mujeres asesinada por nada y sus insistentes fantasmas, el coctel parece servido para una audiencia fiel al género. Aquí los más famosos y tradicionales juegos infantiles tienen su versión horripilante, y sin gore manifiesto, porque mucho sucede fuera de campo. En una familia que vive en Salen el hermanito pequeño encontrara un cuchillo que “ le ordena cosas”. El mayor de la familia intenta salvarlo, toma el cuchillo y queda poseído. Aquí todo evoluciona de posesión, a casa embrujada a demonio suelto. A jugar se a dicho con consecuencias mortales. Pero también está la heroína, el personaje de Dyer que querrá salvar al mayor endemoniado. Una buena excusa para repetir la fórmula conocida del género, bastante previsible.