El personaje es una creación encantadora, que tuvo un enorme éxito desde su estreno en el 2008, la segunda en el 2011, la tercera en el 2016 y la tentación de eternizar una saga con un film para el que no se necesita recordar todos los detalles de las anteriores entregas, un trabajito que se toman los guionistas, ni interesar como novedad a los más chicos porque para eso estuvieron las series en Nickelodeon. Lo que se dice no dejar ningún flanco por cubrir. Quizás para los muy fanáticos haya demasiado poco de los personajes que acompañaron a la saga hasta ahora, pero era tiempo de presentar nuevos personajes, mientras se airea una herencia que continuara con un Kung Fu Panda 6. Dicho todo esto, hay que reconocer que la animación tiene la novedad de un cambio de rol para el famoso oso, pasar de guerrero a líder espiritual del Valle de la Paz que deberá elegir sucesor. Y también enfrentarse a una villana: “La camaleona” con una sed de poder insaciable, que hasta podrá invocar a otros rivales ya vencidos. Y la introducción de una zorra “Zhen” criada en las leyes de la calle que será una compañera con sorpresas. Mucha acción, ingenio y colorido. Kung Fu Panda es una buena costumbre.