Es la dramatización de una primicia periodística. Muestra como dos productoras y una periodista de la BBC convencen al Príncipe Andrés y a sus asesores de prensa e imagen para dar un entrevista clave sobre su relación con Jeffrey Epstein, un monstruoso sujeto acusado de manejar una red de prostitución de menores, y de recibir en su isla y en su mansión a personajes poderosos. Frecuentaban esos encuentros ex presidentes como Clinton, celebridades varias y el propio príncipe. Un sujeto que se suicidó sospechosamente. También años después una mujer, menor en el momento de la denuncia denuncio a Andrés. Lo que muestra el film es todo el apasionante entramado que incluía invitar a periodistas al palacio para que se sientan importantes y mejoraran su trato con el pasado probado del príncipe, el hijo preferido de la reina. Todos los pasos que siguieron las protagonistas, hasta que una de ellas logro de ese reportaje. También se muestran las tensiones posteriores hasta que salió al aire. Un gran elenco encabezado por Gillian Anderson como la incisiva periodista que pregunta una y otra vez sobre una mentira evidente y Rufus Sewel como el príncipe en una gran caracterización física y en una personalidad negadora de evidencias. Los guionistas Geoff Bussetil y Peter Moffat, junto al realizador Philip Martin le otorgan a los hechos un tinte de suspenso digno de un policial.
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