Un film intenso e interesante que se adentra en un turbulento drama familiar en la Italia de los años 60, donde una madre lidia con sus problemas emocionales, con un marido ultramachista, ausente e infiel, pero con un apoyo incondicional hacia sus hijos con problemas, especialmente su hija mayor que se autopercibe hombre para disgusto y rechazo del resto de la familia ampliada. El director Emanuele Crialese sorprendió, antes del estreno del film en Venecia, confesando que él era un hombre trans y que se inspiró en su propia historia para el guión. Lo que se presenta es el retrato de una familia infeliz en un entramado que se ramifica en distintos problemas, se entreteje con musicales de la época y nunca llega a situaciones truculentas pero si a muchas tensiones. Cuenta con un gran elenco donde se luce especialmente Penélope Cruz, con una española adaptada a ese núcleo italiano, que sufre sin medida o se divierte a mares y es capaz de transformase en Raffaela Carra. Un trabajo excelente. A la par Luana Giuliani tiene una entrega total en su rol de chico trans, en su primera atracción sexual y en la defensa a ultranza de su madre. Un film interesante, por momentos desmadrado, pero que vale la pena.