Ya sabemos que cuando se trata de islas paradisíacas, con invitaciones a todo trapo, lo maravilloso puede devenir en terror y sin necesidad de zombies, monstruos literales o sobrenaturales. Con la naturaleza humana alcanza. Recordemos “El triangulo de la tristeza”, “El menú” y la lista sigue. Pero para su debut como directora Zoe Kravitz, autora además del guión junto E.T. Feigenbaum aplica con mucha inteligencia los mundos contrapuestos con maravillosas actrices, en situación de empoderamiento arrollador. Y en resultado es electrizante, entretenido y de seguro éxito. Todo comienza cuando una camarera y su amiga logran que un ultramillonario, que acaba de disculparse públicamente y anunciar que se retira a su isla privada, las invite a su paraíso personal. Cuando llegan, con otros hombres y chicas se dan cuenta que todo es perfecto: siempre alguien llena tu copa de champan, te dan de comer exquisiteces, abundan las drogas, te visten para la pileta y para las cenas. Y lo que es más importante, el multimillonario solo tiene ojos para la protagonista, aunque existan otras rivales. La realizadora tiene su mirada sarcástica para este tipo de hombres y sus caprichos. Channing Tatum, el poderoso, el que se disculpó aunque nunca sabremos porque, está muy bien en su composición de alguien acostumbrado a la seducción y a ejercer el poder absoluto. Pero la película brilla por lo que hacen las chicas: las formidables Naomi Ackie y la no menos contundente Adria Arjona. Acorraladas y valientes, potentes y única llevan sobre sus hombros todo el film, un thriller psicológico y feminista.
(*** y ½)
THRILLER (Una historia de misterio y acción, con poderosas actrices)