Ya con la primera de la serie nos inquietamos bastante. Fue un éxito y esta apunta a lo mismo. Por si no lo saben una entidad maligna se apodera de nosotros cuando presenciamos la muerte del cuerpo que habita. Eso le pasa a una ídola del pop, con pasado de drogas, que dice que se rehabilito pero corre a ver a su dealer por alivio adictivo. El demonio te persigue, te hacer ver visiones, imaginás heridas, ataques, hay sangre suficiente y vísceras desparramados como para contentar a todos los fans del gore. Pero hay algo más: una mirada inteligente y sagaz sobre el negocio de los ídolos, las existencias, las madres manipuladoras, los fans alucinados e incondicionales. Una fábula donde nadie queda en pie, todos te sonríen diabólicamente y solo tenes ganas de matarte ante tanto desequilibrio. Y un final que da que pensar: ¿como el hecho ocurre ante una multitud será que la tercera de la serie viene con posesiones multitudinarias? Por ahora a asustarte sin fallas y todo el desparramo consecuente con muy buenos números musicales incluidos, hoteles y departamentos fastuosos y lujos de vestuarios muy a las divas musicales. Con gran lucimiento de Naomi Scott. (###)
TERROR (Para los fans del género con el plus de una mirada sagaz sobre las divas musicales)