Alejandro Agresti se juega otra vez por una historia de amor original como ya lo hizo en sus films anteriores “Boda secreta” y “La casa del lago”. Aquí le hace decir a su protagonista femenina: “siempre elegimos ser lo que nos piden por miedo a quedarnos solos”, una sabia reflexión del propio realizador, autor del guión, que pone en escena a un hombre y a una mujer dispuestos a vivir de las mejores fantasías. Ellos se conocen por ser los únicos espectadores de una película, que deciden encontrarse todos los viernes. Los dos están empeñados en faltar a la verdad, a atreverse vivir sus mejores deseos, a ocultar celosamente todo atisbo de sus existencia, no sea que sus reales presentes sean enemigos acérrimos de este amor impensado. Luis Rubio funciona como un alter ego del director y la emocionante actuación de Eleonora Wexler, combinados con algunos personajes secundarios, hacen que esta invención de personalidades, tan influenciada por los gustos cinematográficos, funcione. Con una Buenos Aires siempre presente en dichos, ruidos y lugares. Una fabula tan verdadera como los sentimientos que albergan sus protagonistas (###)
COMEDIA DRAMÁTICA (Un amor nutrido de las mejores fantasías. Se luce la Wexler)