Iair Said en su segundo largometraje, como realizador y protagonista impone su estilo tan atractivo e inmersivo que de inmediato atrapa al espectador. Un hombre gay en Italia termina su relación y se desespera, además debe retornar a nuestro país porque murió un tío y no sabe muy bien qué hacer con su vida. El regreso lo sumerge en una dinámica familiar muy particular: todos son vivaces y obsesivos, hablan de intereses superfluos pero rara vez se tocan los temas que importan. El silencio y las omisiones quedan sepultados con ingenio por palabras, muchas palabras, que tapan las urgencias. El padre de la familia yace inconsciente y solo su relación con el respirador lo mantiene vivo, la madre ( una impagable Rita Cortese) ya comienza a planear cuando desconectarlo. La inminencia de lo inevitable. Climas de humor y desolación, con un borde de ridículo y mucha verdad. Un elenco soñado, además de la impronta de Said y Rita, están muy bien Juliana Gattas en su debut cinematográfico y Antonia Zeguers. Disfrutable del principio al fin, ingenio, tristeza, melancolía y un pulso vital único (####)
COMEDIA DRAMATICA (Una familia muy especial y la danza de la muerte y la vida)