El debut de este gran personaje femenino que se niega a que le digan princesa, aunque en la práctica forma parte de esa división de la productora Disney, fue un éxito increíble hace 8 años. Sus fans se quedaron con ganas y ahora llega la secuela con una nueva aventura extraordinaria que pondrá contentos a sus seguidores pero en su argumento falta carnadura y solo da lo que se espera y no innova como la primera vez. Esa falta de contenido emotivo en el argumento se compensa con una calidad excepcional en materia de animación. No en vano la productora siempre se luce en el aspecto técnico pero esta vez deslumbra: un estilo vívido con movimientos del mar increíbles, efectos visuales para que se caiga la mandíbula, rulos más definidos que nunca. Y aunque no faltan los malvados, se extraña a un supervillano, papel que no alimento al Dios enojado que sumergió a una isla entera en el fondo del mar y castiga al simpático semidiós que repite papel. Se agregan sin lucimiento pero con futuro de merchandising: el pollo y el chanchito, un coco con armadura, un granjero enojado, una carpintera que construye barcos y un historiador que quiere acción. Son solo adornos. En este camino de heroínas empoderadas, que dependen solo de su valor y fuerza de voluntad Moana brillará para su público numerosos y cautivo (###)
ANIMACION (Una calidad excepcional con efectos visuales increíbles.)