De la mano de la holandesa Halina Rijm, directora y autora del guión, Nicole Kidman se atreve a volver a un género casi olvidado como el thriller erótico, pero con una lectura distinta. Una alta ejecutiva de una empresa dedicada a la robótica, insatisfecha con su vida sexual (eso queda claro desde el comienzo del film) se atreve a lanzarse al deseo descontrolado cuando un joven aspirante a ingresar a su empresa, le saca la ficha de su verdadero deseo. Abundan las escenas eróticas, imaginamos que cuidadas hasta lo infinito para el riesgo de la protagonista, de mostrarse en su esplendor a sus cincuenta y siete años, con algunos momentos realmente impactantes y sorpresivos. Una relación fogosa que puede terminar con todo lo que construyó en su vida familiar y su carrera. Sin embargo, la película y su autora le huyen a los juicios morales, al supuesto “castigo” que en otras épocas alcanzaba a las mujeres atrevidas y le da una vuelta de tuerca llamativa. Una película que vale por la Kidman y su riesgo más que por su contenido (###)
THRILLER EROTICO (Nicole Kidman se luce y se arriesga en un rol muy jugado)