La película promete y luego el objetivo se diluye. Escrita y dirigida por Steven Knight (después del éxito de “Peaky Blinders” en Netflix, del guión de “Promesas del Este”) echa mano a una realidad erótica tropical y luego se mete en un juego verdades paralelas que ya vimos demasiado. Toda la primera parte se reduce a mostrar que el protagonista, un pescador obsesionado es bello, sexy y está quebrado. Hasta ahí llega una ex mujer, especialmente diseñado el personaje de Anne Hattaway como una vampiresa de los años 40 de Hollywood a pedirle un favorcito: matar a su violento esposo. Se lo pide en nombre del hijo que tienen en común un chico que tiene una conexión muy especial con su padre pescador. Con esos elementos juega el director hasta dar algunas pistas de que nada es lo que parece. Pero tarda y no lo hace de manera atractiva, puede resultar lento y el análisis de que nuestra vida en general se reduce a una videojuego no resulta lo inquietante que pretende su realizador. Matthew McConaughey la juega de torturado y se entrega a la locura de su personaje, pero su esfuerzo digno queda un tanto deslucido. Bella en lo formal, con un gran elenco de nombres famosos que están estereotipados. Un entretenimiento para los que aman los giros fantásticos y sorprendentes.