La cuota de terror de la semana. Un juguete que se vuelve letal. Tiene un comienzo ingenioso, y a poco de andar ya se sabe que con determinada combinación la caja se abre para liberar a un ser demoníaco vestido de payaso que comienza su rutina de cantidad de sacrificios humanos que necesita, una avidez digna de mejores acciones. La idea de revivir payasos siniestros tuvo un renacer remarcable con “It”, pero este producto no llega a esas alturas. A poco de andar el film se vuelve previsible y las muertes casi habituales. Sin embargo la buena realización del film escrito y dirigido por Lawrence Fowler, con una remarcable paleta de colores, con aprovechamiento de la luz natural al principio adquiere el tono siniestro requerido. El monstruo se ve imponente, está realmente bien logrado y la caja que lo contiene es acorde con su huésped. Es una película que promete mucho y luego no cumple con todo. Sin embargo para los amantes del género puede ser un entretenimiento módico.