Las películas de género tienen sus problemas. Son divertidas, tienen sus reglas, son tentadoras, aún con presupuestos no demasiado abultados. En la realización de Martin Basterretche que también escribió el guión con Melina del Cherro, esta la preocupación de una infección que emana de la tierra como una respuesta a tanto maltrato. Ocurre en una ciudad costera, que confina a los sobrevivientes en una casa, donde un doctor está realizando experimentos con su propia esposa. No son zombies sanguinarios, deambulan sin sentido, rodean la casa y obligan a los sanos a aspirar una emanación violeta que todo lo invade. Si bien las intenciones son buenas y no faltan logros parciales en el film, donde resaltan las actuaciones de Matías Desiderio, Clara Kovacic, Alexia Moyano y Tony Lestingui, en conjunto el clima ominoso se diluye y el efecto no es el buscado. Hay momentos bien resueltos y el riesgo de asumir una película de género siempre es bienvenido.