Irene Kuten la hija del protagonista, elige contar la historia de los migrantes, desde el propio derrotero familiar hasta los ocasionales habitantes extranjeros que él conoce, para enfocar su mirada a los destinos de tantos seres humanos que por distintas razones recorren destinos hasta afincarse en una tierra desconocida. El caso de Zew, es paradigmático, nació en un campo de prisioneros en Rodas, en l941, de ahí fue a Palestina, de allí naufrago el barco en que iba su familia, hasta que llegó a nuestro país para transformase en psicoanalista. Pero también es un aprendiz de mago para entretener a sus nietos y transmitirles su experiencia. Una vida inspiradora que motivo a la realizadora a hacer su película, a su nieta una instalación con recorridos y animación, y a todos una reflexión sobre territorios y destinos.
ZEW
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