Terror que viene de Chile, en coproducción con nuestro país, en cinco historias que tienen en común alguna aplicación en especial. El título “Eyewolf” designa a una de la red oscura que una banda de perversos planea transmitir en vivo: una violación en manada para una chica llevada inocentemente por la pareja de uno de ellos. La intención, con una duración de más de veinte minutos desata el gore en todas sus variantes. Dirigida por José Miguel Zúñiga. El otro episodio extenso se llama “Eden”, un lugar donde la hija de un candidato a presidente, un dato no menor, acude con sus amigos, para alojarse. Lucio Rojas acude a una parafernalia de máquinas y cortantes donde no faltan sectas, ritos y una sustitución sangrienta con un apunte político incluido. En “On fire”, Sandra Arriaga expone a un padre que utiliza las fotos tiernas con su hijo para conseguir citas on line. El pequeño se cansa y transforma en un incendiario vengador, más o menos logrado. Camilo León muestra las consecuencias de un confuso fisgón que se baja una aplicación de dudosa procedencia para espiar a sus vecinos y descubrir monstruosas convocatorias. Y por fin Samot Marquez realiza una historia que sirve de hilo conductor a otras y culmina en un ingenioso “Freak Date”. Los directores intercambian otros roles en un verdadero trabajo en equipo para divertirse con el género.