La frase que sigue al título es reveladora: una familia inesperada. Porque el realizador Gianfranco Quatrini, que es autor también del guión junto a Mariana Silva Irigoyen, ha decidido hacer humor con las uniones de lesbianas, los deseos de un hijo, los engaños de la comedia liviana y una mirada muy inteligente para abrir cabezas y aceptar con toda naturalidad la formación de estructuras diferentes en nuevas uniones amorosas y parentales. Y aunque se trate de una coproducción con Perú, y allí se viva una realidad social distinta a nuestro país con respecto al matrimonio igualitario o el derecho al aborto, seguro funcionará igual en su cometido aceptación y no discriminación. En la historia una pareja de lesbianas afronta un tratamiento de inseminación artificial que tarda en hacer efecto. Y su presupuesto parece no poder resistir mucho más. Por eso en un viaje al Cuzco deciden armar un complot , donde una de ella conquista a un turista argentino (Benjamín Amadeo) para, en el día indicado y con una estratagema conocida, lograr un embarazo. Lo que sigue es una complicación de equívocos amorosos, escusas tradicionales, conceptos machistas que se derriban uno por uno para llegar a una verdad distinta. Una eficaz, fresca y entretenida comedia que prueba las reacciones, egoísmos, dolores amorosos de raíz común con una variante renovada de acuerdo a los tiempos que vivimos.