Es un curioso film que reúne un impresionante elenco de famosos aún en los papeles más pequeños, para una ambiciosa realización que es una reflexión sobre el poder mafioso en Merlo, pero por elevación a lo que se conoce como gente corrupta en muchos lugares de la provincia de Buenos Aires. Dirigida por Pablo Yotich, que la protagoniza y colaboró con el guión con Lauro Racosky y Tabru, la propuesta tiene muy buenas intensiones y el gran esfuerzo de convocatoria pocas veces visto. Una mirada grandilocuente ´y operística de la corrupción con una centralidad para el mal que Gerardo Romano cumple a la perfección. Para esos hombres nada se interpone entre sus deseos y la negativa de oponentes que pueden ser borrados violentamente del mapa. Y al fuego de tanta injusticia el nacimiento de una resistencia ideal. Sin matices, una lucha entre el bien y el mal con ecos evidentes en muchas historias del pasado que tantas veces se conocieron.