Es la quinta película de la saga iniciada por James Wan en el 2010. Pero esta vez la mega estrella del terror, Patrick Wilson, también debuta como director. Aqui estamos hablando de un verdadero experto en el género, que aunque luce prolijo no hizo un trabajo innovador, habrá que esperar su segundo trabajo. Pero con un guión no muy creativo de Scott Teems nos brinda una película que loas aficionados a los sustos verán con agrado, con un par de escenas muy logradas, de esas que sobresaltan al espectador y no con efectos. La secuencia del tomógrafo puede quedar como perfecta para el mundo claustrofóbico. Cuando la vean me darán la razón. En el orden del mundo Insidious, como los capítulos 3 y 4 son precuelas, este capítulo 5 sigue en la historia al número 2. Datos para fanáticos que para recordar pueden ir a HBO Max o, como en Hollywood nunca faltan las explicaciones en el argumento, ver con atención el prólogo de esta película. Allí el padre atormentado con su hijo pequeño van a un hipnotizador que borrara de sus mentes lo terrible ocurrido. Pero 9 años después esos recuerdos atormentan tanto al adolescente dibujante como al padre separado. Y por supuesto nos cuentan lo que sucedió. Que nadie quede afuera es la regla de oro de la industria. Los fanáticos de la saga disfrutaran como se debe aunque no sea una genialidad. En este rubro lo bueno se valora dos veces.