Primero hay que ubicarse en el multiverso de Legendary Films y saber, por si no son fanáticos, que es la continuación del enfrentamiento de Godzilla y Kong en la película anterior. Ahora la frase publicitaria lo explica todo: “No tienen que ser amigos, solo tienen que trabajar juntos”. Con esa premisa los guionistas Terry Rossio (Piratas del Caribe9, Simon Barret y Jeremy Slater armaron una historia delirante y muy divertida con explicación mitológica incluida. Hay que reconocerles una creatividad que si bien “homenajea” aquí y allá a “Avatar”, después se larga con con vueltas de tuerca imaginativas y disparatadas que entretienen todo el tiempo. No hay que ser un experto porque cada tanto los actores humanos se encargan de explicar. Tierra hueca, todo un mundo con nubes y bichos de varios tamaños (locura ya usada en las primeras pelis de saurios) debajo de nuestra superficie. El solitario Kong que descubre un compañerito rubio y un enemigo temible, tiene las de ganar en cuanto a expresividad y adelantos tecnológicos usados “el planeta de los simios”. Desde l933 el mono gigante sigue firme. Godzilla creado en l954, muchos los ven como la encarnación del miedo nuclear, luego de las bombas atómicas terribles. Una criatura que se alimenta de radiación y que salvaría a Japón de los horrores. Sigue pinchudo y ardiente. Dos titanes aliados para hacernos sentir chicos otra vez.