Michael Caine asegura que con esta, la película, la número 161 de su carrera, se despide. Y protagoniza una historia, anclada en un protagonista real, junto a una espléndida Glenda Jackon, que falleció el año pasado. Con la dirección de Oliver Parker y el guión de William Ivory, los ancianos que viven en una residencia, con un matrimonio de 60 años, deciden una aventura audaz. El personaje de Caine es un veterano de guerra que por una cuestión administrativa se pierde viajar al festejo de los 70 años del desembarco en Normandía. Por eso decide hacerlo por su cuenta con la complicidad de su esposa que lo anima a salir de su zona de confort. La aventura sirve como soporte para revelar algunos secretos oscuros pero por sobre todo a una reflexión sobre la pena de perder tantas vidas humana en una guerra. Pero por sobre todo es una reflexión sobre adultos mayores y la cercanía del fin, y el lujo de ver a dos maravillosos actores. Especialmente la genia de Glenda Jacson. Y ni hablar del despliegue de Michel Caine.