Lo que intenta y logra la realizadora Sonia Bertolotti es una mixtura de géneros con objetivos claros. Hacer un film de género, de terror y angustia y huída. Pero también meterse en los sentimientos de dos hombres y una mujer compañeros de trabajo que en situaciones límite cambian. Y por si fuera poco poner en evidencia cuanto de impunidad y dejadez del poder con respeto a los pueblos originarios, que con su sabiduría sobreviven en el impenetrable. La historia de ficción coloca a una periodista, su productor y un camarógrafo en el medio de una pequeña comunidad Qom, para filmar y graficar sus vidas. Ya tienen un desencuentro de entrada y no tienen más remedio que poner sus carpas junto a las casas de los Qoms. Una noche de ruidos y gritos deviene en un amanecer donde advierten que no queda nadie, solo ellos huyendo por la densidad del bosque, aterrados por sonidos y suposiciones. Perdidos en una zona donde pueden morir sin que nadie se entere. Interesante construcción que logra buenos climas, con un buen desempeño de Guadalupe Docampo, Gonzalo Suareaz y Sergio Modeley. Suspenso, miedos permanentes y reflexiones (###)
TERROR (Con suspenso y un entorno natural que se traga corrupción e injusticias)