HEREJE

Lo primero que uno se pregunta es porque Hugh Grant no ha hecho hasta ahora de villano temible, que usa su natural simpatía para transformar ante nuestros ojos en un ser siniestro. Es tal su imagen de graciosa comedia, que, al igual que sus invitadas, las chicas mormonas que llaman a su puerta para hablar de religión, caemos de inmediato en las garras de su seducción. Es que la película dirigida por Scott Beck y Bryan Woods, que también son los guionistas, se sirven del encanto de Grant para armar un film de terror religioso, inteligente, entretenido, que provoca incomodidad de inmediato y mantiene al espectador expectante hasta el final. No es poco. Ese señor sonriente de buenos modos que le asegura a las chicas que su mujer esta horneando un pastel de arándanos ( las chicas mormonas no pueden estar solas en una habitación con un hombre), la somete a un juego del gato y el ratón, poniendo en duda sus creencias. Se supone que es un teólogo fanático con conclusiones brillantes que mezclan la poligamia, un famoso juego de mesa y canciones en sus argumentos. Las chicas muy bien interpretadas por Chloe East y Sophie Thatcher, le discuten pero para cuando se dan cuenta del peligro ya están en la telaraña del dueño. La primera parte es un juego de inteligencia, después, se deriva hacia los tópicos del género pero nunca nos aburre (### y ½)

TERROR (Interrogantes religiosos con un Hugh Grant encantadoramente siniestro)


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