Una interesante película de terror de Brando De Sica, nieto del legendario realizador italiano, que el mismo definió como una balada para soñadores. Es que la historia de Mimi, el singular príncipe de las tinieblas tiene un tono de oscuros sueños y fantasías donde la realidad puede ser simple metáfora de un mundo cruel o una transformación por amor y por venganza. El protagonista es un pobre ser desamparado con pies deformes que las monjas que lo criaron en el orfanato señalaban como una señal del demonio, integrantes de una iglesia fría y cruel, y la excusa para que lo golpeen todo tiempo. Todo transcurre en una Nápoles nocturna, donde la violencia es generalizada, el uso de las drogas normalizado y la ley del más fuerte, la única. Una chica integrante de un grupo gótico le llena la cabeza al protagonista de verdades vampíricas. El coctel está servido entre soledad y desamor, una sociedad que solo sabe dar pastillas a los enfermos mentales y que se acostumbra a las injusticias. Con suficiente sangre y oscuridad, dolor y violencia mas el encanto melancólico, una película para los que aman el género y los que se arriesgan (###)
TERROR (Distinta y melancólica, con límites borrosos entre realidad y fantasía)