Se estrena el documental “Explorer: La Iglesia del Santo Sepulcro” por National Geographics. Una producción que acompaña la misión que trata de descifrar los misterios que rodean la Tumba de Cristo.
En el centro de la historia, un equipo de científicos utiliza las últimas técnicas para restaurar el edículo que aloja la tumba. Las pruebas científicas indican que los restos de la tumba datan del siglo IV, un descubrimiento que podría revolucionar los conocimientos actuales sobre la tumba de Cristo.
A lo largo de los siglos, la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén ha sido objeto de ataques violentos, incendios y terremotos. Quedó totalmente destruida en el año 1009 y se reconstruyó posteriormente, lo que ha llevado a los académicos modernos a cuestionar si realmente se trata del lugar identificado como la sepultura de Jesucristo por una delegación enviada desde Roma hace unos 17 siglos.
Cuando se abrió la tumba la noche del 26 de octubre de 2016, los científicos se quedaron sorprendidos por lo que encontraron bajo el revestimiento de mármol: una losa de mármol más antigua y quebrada, con una cruz grabada, descansaba directamente sobre la superficie original de piedra caliza del «lecho funerario».
Los antiguos materiales de construcción datan de la época romana, lo que sugiere que el legado del lugar sagrado original ha sobrevivido pese a haber quedado destruido hace 1.000 años.