Tom Hanks con su solidez actoral es el gran protagonista de este western particular de Paul Greengrass, que alejado de las películas que le dieron fama, de acción espectacular, vuelve a elegir a uno de los actores más famosos de EEUU, como ocurrió en “Capitan Phillip” pero con otro clima. El director no se priva de escenas de acción que erizan la piel en el largo camino de su personaje, emboscadas, tensión, tormenta de polvo, Pero en el centro de la película está en destino de dos seres fuera del mundo. Son los que perdieron a sus familias, sus lugares de pertenencia, sus convicciones, sus arraigos. Dos soledades que se encuentran y buscaran acomodarse. Una conmovedora relación entre un capitán del ejército retirado, la acción trascurre apenas terminada la guerra civil, que encarna Hanks. Y una niña definida como “huérfana dos veces”: los indios Kiowa mataron a sus padres, la secuestraron y criaron. Luego los soldados mataron a esos indios que fueron su segunda familia y ella otra vez a la deriva. La actriz Helena Zengel, es una maravilla en ese rol. Entre el hombre buenazo pero oscuro y la preadolescente hay un camino en común lleno de peligros. El, un ex editor de diarios, se gana la vida leyendo las noticias en pequeños pueblos, ante una audiencia generalmente analfabeta ávida de enterarse y entretenerse. El país que les toca está dividido profundamente, cualquier eco con la actualidad no es casualidad. La película muestra paisajes espectaculares, muchos homenajes al género, no falta ninguna imagen típica y tiene grandes actuaciones de Hanks y Zengel. Es un film un poco largo pero que cierra muy bien una reflexión sobre un mundo en llamas.
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