Película polaca que explota la veta del cine erótico, como ocurrió con el fenómeno de audiencia de 365 días, y su secuela. Precisamente con el top model Simone Susina, que estuvo en esa exitosa segunda parte, más Magdalena Boczarska se arma una historia donde la trama tiene poco que ver y la gran excusa son las escenas eróticas en divinos lugares, o mezclados con paseos en un yate o deportes acuáticos. Un testigo en la causa de un amigo, decide conquistar a la jueza del caso para ponerla a su favor. No solo lo logra sino que se enamoran. Un detalle es que el galán fue también una conquista de la hija de la jueza que cuando se entera comienza a hacer maldades. Pocas. Mucho no importa y si las escenas de sexo filmadas con estilizado lenguaje de videoclip con música a tono y nada que se ponga incómodo o trasgresor. No tiene más pretensiones. Ni las dudas de la jueza que es 15 años mayor que su conquista. Ni ese hombre que se sabe lindo, vive en la playa y que por primera vez encontró el amor. Una historia apenas hilvanada para que sirva de nexo entre las escenas eróticas que son el gancho comercial.
DE VUELTA AL DESEO
DE VUELTA AL DESEO
2.0Una historia con poco argumento y muchas escenas de sexo