La elección del director Matías De Leis Correa fue hacer una puesta teatral sobre un tema con grandes resonancias personales, pero también fácilmente reconocible en cualquier familia que atravesó la enfermedad de un integrante con la reacción de todo el núcleo. En este caso la abuela del realizador transito un Alzheimer antes de su muerte. El centro de la historia de su película es una cabeza de familia con ese mal, que no puede moverse ni hablar, que vive con su hija que se hace cargo frente a la indiferencia del resto de las relaciones que limitan su presencia a “visitas de médico” y a un hermano que para solucionar sus problemas quiere internar a la madre y vender la casa. Todo reconocible, pero esa impronta teatral, y la longitud del film atentan contra una fluidez dramática que a veces se resume en gritos, en reiterar argumentos y solo hilvanar reproches una y otra vez, con un lenguaje de frases hechas. Hacia el final, entre esa madre quejosa y su hijo adolescente que está experimentando en su vida sexual nace una comunicación verdadera que levanta el film. Se lucen Marisol Otero, muchas veces dejada a su solo criterio, y la increíble Graciela Muñoz.
DISPONIBLE EN SALAS HABILITADAS