Liv Zaretsky hace un entrañable registro de las sesiones de ensayos y actos de la orquesta “Vamos los pibes” que funciona en el Club Atlanta. Esos chicos que con los instrumentos que pueden se acercan a la música, con un profesor que les enseña a disfrutar, con pasión e infinita paciencia, y que se siente más que recompensados cuando varios chicos encuentran su vocación al terminar su paso por la agrupación. Pero el trabajo de la directora se centra en tres chicas que mientras ensayan, toman meriendas o comparten lugares, muestran su tránsito íntimo de niñas a adolescentes, con su entorno, sus relaciones, el recuerdo o el presente de su padres, el sentido de pertenencia al lugar y el barrio, las sorpresas y algunos dolores.
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