El realizador Luis Regules eligió mostrar a un verdadero ídolo colombiano y latinoamericano “Joe Arroyo, el grito legendario” en la penumbra que sigue al brillo desaforado del escenario donde era un cantante sin igual. La contracara de los momentos oscuros, donde se fabricaba cubitos de hielo con gaseosas, se drogaba o recibía amores efímeros, gastados y repetidos. En los encuentros con el amor de su vida (Angie Cepeda) al que le dedico una famosa canción. Un hombre que necesitaba afectos y también los rechazaba o alejaba aunque tuviese que pagar el elevado peaje del sufrimiento. Una obsesión rondaba su cabeza, componer, crear nuevos sonidos, ser exigente con su arte, tener conciencia del peso de su fama y el tamaño de su arte .Pero la oscuridad solía invadirlo, con caprichos, anécdota increíbles, descuidos con su cuerpo. En el largo viaje del día hacia la noche se le fue la vida con una despedida legendaria. Porque en los recovecos de la oscuridad el corrió sin parar hacia ese fin. Con climas logrados del director José Luis Regules, y una gran actuación de Jhon Narváez.
REBELION
REBELION
3.0Lejos de la biografía cerca del núcleo de creación-destrucción de Joe Arroyo