El guion de la directora Laura Fernández , en su opera prima, traza un muy interesante punto de vista femenino, de una sobreviviente de la violencia marital, de alguien que ha sido víctima de una tragedia familiar pero que a la vez es culpable de lo que ocurrió, aunque sin la conciencia plena de su responsabilidad. Para este personaje tan especial eligió a una gran actriz, la chilena Paulina García capaz de registrar con perfección a un ser tan perdido en su propia historia. Los datos se destilan a cuenta gotas, un hijo preso, que no quiere verla, una nuera que prácticamente le cierra la puerta en la cara y le cercena la relación con su pequeño nieto. Y una relación casual con otro hombre, de misterio y atracción, que nos permitirá entender en detalles reveladores lo que realmente ocurrió. Con la tensión de un policial pero con la atención puesta en esos daños colaterales que deja la violencia, en esas huellas dolorosas de pérdida y culpas que no se resuelven fácilmente. Completan la actuación actores de la talla de Cesar Troncoso y Jean Pierre Noher dentro de un buen elenco. Un muy interesante itinerario emocional de una mujer resiliente y sencilla, todavía presa en mandatos de su marido muerto, en presiones sociales, que se desorientan en el vendaval que sienten las víctimas de violencia y que sin querer alimentan un ciclo de repetición.
MILONGA
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3.0La violencia machista y las secuelas en las victimas que también cometen culpas