En la obra de Gustavo Ott se plantea un núcleo familiar, metáfora del mundo en que vivimos, que funciona como una muestra de victimarios y victima. Cuando ya no quedan lazos ni amorosos ni solidarios. Cuando ya han desaparecido deberes y posturas morales. Cuando para la mayoría solo funciona la ambición desmedida, la mentira, el afán de enriquecimiento todo lo que queda es una cáscara. Una familia que desaparece como contenedora de una mujer que ha perdido su trabajo, reciente viuda, madre de dos niñas que debe enfrentarse al peor de los escenarios en sus vínculos afectivos. Una visión feroz que solo atenúa la desmesura y el humor. Y una clave que puede ser el arma más poderosa contra un presente sombrío, nada mas ni nada menos que la esperanza.
Quiénes
Autor: Gustavo Ott
Actores: Guido D´albo, Araceli Haberland
Diseño de iluminacion: Ricardo Sica
Diseño de escenografia: Rodrigo Gonzalez Garillo
Vestuario: Julieta Fasone
Realizacion Audiovisual: Marcelo Manente
Dirección: Iris Pedrazzoli
Donde
Teatro Abasto Humahuaca 3549
Por qué sí
Porque la dirección de Iris Pedrazzoli pone el acento en tono de cabaret decadente y acido, hábilmente gracioso y absurdo. Naturaliza de ese modo lo oculto en evidente. Las estafas a la luz del día. Una especia de “cambalache siglo XXI” más cruel que el imaginado por Discépolo, porque ya nada llama la atención. Nos acostumbramos peligrosamente a una realidad que parece inapelable. Guido D’Albo se luce en la composición de delirantes y monstruosos seres que nos hacen reír y pensar en vertiginosos cambios. Araceli Haberland le otorga encanto y matices a una victima que sobrevive a todo. Para reír y pensar. Sera posible ese pony…?
En primera persona
Guido D´albo, Araceli Haberland