De Maximiliano Ciambella y Damian Coluccio debutan con este largometraje documental de calidad, respeto y poesía infrecuentes. Muchos otros films buscan en los pueblos originarios retratar sus costumbres, sus creencias y reclamos. Pocas veces esas voces que se alzan contra las injusticias y los olvidos, contra el incumplimiento de la ley y el avance arrasador de la explotación sin límites de los recursos naturales, se combinan con la invocación de lo mágico que vemos aquí. Una delicadeza especial para captar momentos cotidianos, la magnitud del paisaje espléndido, la negrura de la noche, para corresponder al relato de toda una cosmogonía casi olvidada pero de fuerte arraigo en las comunidades. Un árbol que conectaba la tierra y el cielo, que alguna vez estuvieron en otro orden. Una manera de encontrar la raíz de las creencias, la invocación cuando ya no hay otras esperanzas, la mirada del pasado. Bello y respetuoso trabajo.
DISPONIBLE EN CINE.AR