LA URUGUAYA

Ana García Blaya mostró en su bellísima opera prima “Las buenas intenciones” la sensibilidad y buen manejo para las comedias agridulces que en ese caso reflejaban su propia historia. Ahora se trata de la adaptación de la celebrada novela de Pedro Mairal, con cambios importantes de la relatora y de la trama. La historia de un escritor  exitoso,  pero con una importante crisis creativa y otra con su pareja (la cuenta, que es Jazmín Stuart) que llega a Uruguay para sacar quince mil dólares en efectivo y volver rápidamente a la Argentina. Pero ese viaje tan a lo argentino con los dólares a cuestas, solo explicable por las características económicas que tantas veces vivimos, se anuda a un encuentro largamente acariciado. Una suerte de chica de sus sueños, una joven mujer que conoció en un festival literario, con la que tuvo un romance trunco y con quien fantasea mucho más que una aventura.  El planea un encuentro lujoso y sexual pero nada saldrá como lo imaginó. Con cierto aire a “Antes del amanecer” el escritor y la uruguaya pasearan por las calles de Montevideo para charlar y conocerse mejor que por las redes sociales. Una comedia romántica pero con aguda mirada al mundo masculino  y las distancias entre la fantasía y la realidad.  Una película encantadora y muy bien realizada. Muy buenas las actuaciones de Sebastián Arzeno y su química con Fiorella Bottaioli, una revelación. Esta película realizada por la productora de Hernana Casciari cuenta por el sistema de crowfunding con 1961 productores que la hicieron posible.