De la franquicia de “los prescindibles” (traducción literal de los “expéndanles”) que aquí se
bautizó curiosamente, que se estrenó en el 2010 con una constelación de estrellas de acción de los años setenta y ochenta, con la idea y dirección de Silvester Stallone, queda poco en esta cuarta entrega. Eso no significa que todo está perdido porque Jason Statham sigue acaparando franquicias y figura como la gran estrella y el principal director. Stallone aparece poco y de los más veteranos solo quedan Dolph Ludgren y Randy Couture, que se muestran vulnerables. El equipo se completa con Megan Fox (con un rostro muy intervenido), 50 Cent, Andy Garcia y tres estelares asiáticos para conquistar mas mercados. Comienza un poco lenta, pero poco a poco la tensión y la diversión avanzan. Mucha lucha cuerpo a cuerpo, tiros, bombas, machetes, cadenas, con efectos especiales un tanto toscos pero con un final a toda orquesta. Cine de acción y aventura con seres de carne y hueso que le esquivan a las balas y luchas sin cansancio. Entretenimiento sin pretensiones, bien pochoclero que planea más replicas mientras el gusto del público aguante. La dirección de Scott Waugh, con diseño de luchas más impactante que las armas y un argumento tranquilo que supone una bomba que puede desencadenar una tercera guerra mundial. Una escusa…