LA SOCIEDAD DE LA NIEVE

Ya con “Lo imposible” que impresionaba  en toda su dimensión el tremendo tusunami del océano Índico, Juan Antonio Bayona mostró de que era capaz cuando se habla de una enorme catástrofe. Pero ahora, se supera.  Porque no solo muestra el fatal accidente de octubre de 1972 cuando cae el avión en lo que se llamó “la tragedia de los andes”, de una manera inmersiva y terrorífica, sino que su búsqueda avanza hacia una dimensión filosófica y religiosa, con una espiritualidad que enriquece sobremanera la dimensión de lo terrible. El realizador y su producción (se habla de un costo de setenta millones de dólares, de parte de Netflix) realizaron una minuciosa investigación con los sobrevivientes y familiares de las víctimas, y se basaron también, en el libro del periodista Pablo Vierci. Pero Bayona y sus colaboradores en el guión no cayeron en ninguna trampa del sensacionalismo ni la grandilocuencia. La mirada sobre lo que ocurrió, un hecho muy conocido para la sociedad argentina, donde los rugbiers pasaron de ser héroes a morbosos sobrevivientes, nos mete de lleno en una situación sin salida. En el corazón del miedo, en inmensidad helada de un lugar no visible donde por 72 días los más solos del mundo se encontraban al borde de la inanición casi sin esperanza de rescate. Y la decisión de alimentarse de los muertos produjo en ellos el debate entre el crimen y el pecado, el miedo a dejar de ser humano y ser bestias. No solo el enfoque es respetuoso y profundo, también fue un riesgo, pero muy logrado, elegir como relator principal a un muerto. Una dimensión metafísica sobrecogedora. La situación límite en un paisaje imponente pero gélido con heridos que daban permiso a lo impensado.  Desde ya Bayona consiguió lo imposible, un gran elenco, donde brilla Esteban Berardi, formado por muy buenos actores jóvenes, en su mayoría uruguayos, que la película sea en español, que le permitieran el largo rodaje que incluyó que los protagonistas  adelgazaran , supervisados por supuesto, todos los kilos necesarios. Y hasta la inclusión sutil de algunas imágenes de noticieros. Es una película extensa, un poco de más quizás, pero honesta, muy bien realizada, absolutamente conmovedora.