Es el caso de la muerte inexplicable, por mala praxis, del hermano del famoso director Mariano Cohn. Un hecho que el cineasta sigue a través del tiempo en búsqueda de una justicia que mira para otro lado. Pero lo ocurrido hace 9 años, el joven Alejandro que entra a un hospital caminando, charla con su padre y llevado a terapia intensiva entra en una situación extraña y misteriosa que culmina con su muerte, no es solo lo que se expone en este docuthriller dirigido por Carlos de Elía. El trabajo de investigación expuesto con maestría tiene un aditamento no frecuente en documentales de denuncia por injusticias. Aquí el realizador llega al corazón del dolor, a la comprensión de esa pérdida que pone a los espectadores en el medio de la angustia, el recuerdo doloroso, la furia y la frustración, los rituales familiares. Y también en la reconstrucción de una historia desde la llegada al mundo de un bebé amado y deseado, registrados amorosamente por un padre empeñado en filmarlo todo. El resultado es un contenido de gran emotividad y sensibilidad. De esos que no permiten la indiferencia.
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